Conozcamos la marca de moda sostenible IOU Project

IOU Project es el nombre de una innovadora marca de moda tras el que están Enrique Posner y Kavita, dos emprendedores de éxito preocupados por el medio ambiente y los derechos fundamentales de los trabajadores.

Hemos hablado con Kavita Parmar la diseñadora de IOU Project .

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Kavita, cuéntanos ¿cómo surgió la idea de crear una marca de ropa con un marcado componente social y medio ambiental?

Fue por lógica, soy diseñadora y desde hace muchos años mi marido y yo estamos al frente de dos marcas de moda: Raasta y Suzie Wong. Tenemos hasta dos fábricas, una en la India y otra aquí también para poder dar respuestas más rápido a nuestros clientes; montamos nuestro propio almacén, pretendíamos aprender y hacer todo muy bien, pero nos dimos cuenta de que era una carrera sin sentido, de que el mundo de la moda se estaba yendo por otro camino.

La ropa duraba muy poco en las tiendas; hacíamos más colecciones porque la gente quiere más producto y realmente lo que haces es que “diseñas de fuera”, no diseñas el producto porque no tienes tiempo para hacerlo bien; de esta manera estás convirtiendo a los artesanos en trabajadores de fábrica en serie, sólo importa el mejor precio, estamos perdiendo la calidad, y nosotros nos preguntábamos, ¿realmente necesitamos tanta ropa? Es una carrera a lo bajo, y cuando tiras a lo bajo ¿dónde acabas? Pues en lo bajo ¿qué sentido tiene esto?

Yo siempre he trabajado con artesanos; a un artesano no le puedes pedir que haga 10.000 prendas iguales, es un castigo para él. Como ellos no lo pueden repetir, lo terminas llevando a una fábrica para hacer los vestidos en serie ¿qué éxito es ese? El artesano se pierde, el diseñador no puede cuidar su producto, y el consumidor ¿realmente quiere llevar el mismo vestido que otras 10.000 personas?

El modelo de negocio de “cuánto puedes hacer en qué poco tiempo” ya no sirve, la revolución industrial es del siglo pasado; nosotros estamos viviendo otra revolución, la del conocimiento, la de internet… La gente tiene ganas de contar cosas personales; antes la comunicación era unidirecional, ahora todos participamos en la creación de la información de esa comunicación.

¿Y es difícil el paso de Raasta y Susie Wong a The IOU Project?

Son diferentes en la manera que lo hemos planteado; todas las marcas nacen de la misma necesidad de crear, pero Suzie Wong y Raasta lo hemos creado de manera tradicional.

Iou Project nace de la frustración de lo que estamos viviendo, sobre todo, cuando vino la crisis; cuando todo va bien no necesitas cuestionar, es en los momentos difíciles cuando lo haces; esta crisis nos ha venido muy bien para darnos cuenta de que algo no está funcionando.

En España tenemos una de las empresas más poderosas del mundo textil y curiosamente es el país donde más se ha destrozado el empleo textil, ¿qué significa eso? Algo del valor que estamos creando queda en manos de muy pocos; una sociedad tiene que funcionar cuando todo el mundo está compartiendo de verdad los mismos valores. Es imposible encontrar ya artesanos en España porque no pueden competir con lo que traen de India. Se ha perdido el oficio, el artesano está en crisis.

La gente cuando compra una camiseta a 10 euros no piensan que no están pagando el valor real de lo que están consumiendo, el que paga es el que está en Asia cosiendo y la gente del paro, y los artesanos, y el medio ambiente. El cliente debe saber cómo están hechas las prendas, dónde, en qué circunstancias; de aquí viene el nombre del proyecto : “I owe you”, te debo una, que significa asumir la responsabilidad de lo que estás haciendo, que te involucres en los problemas de los trabajadores, de sus hijos, su familia; antes se sabía qué hacía qué, ahora consumimos sin ninguna consciencia.

El proyecto viene de eso, de la inquietud de hacer algo que tenga sentido para nosotros.

En el blog nos contáis qué es el QR Code que nos descubre la historia de cada prenda, el tejedor del producto, el artesano que la fabricó y cada comprador puede poner su foto para terminar la historia…¿hay muchas fotos ya?, ¿pensáis que es importante que el consumidor se sienta partícipe como eslabón final de la cadena de consumo?

Al principio era una locura hacer las fotos de cada artesano, la individualidad de cada tejido, de cada prenda; todo este proceso de como hacerlo fue complicado, pero una empresa de nuestro tamaño puede usar la tecnología, y eso es ha sido lo más enriquecedor del proyecto.

No hemos hecho nada de publicidad, lo que hicimos fue que durante 3 meses con 4 jóvenes de diferentes nacionalidades desde aquí recopilaron datos para un buen estudio de todos los blogs de todas las partes del mundo que compartían nuestros intereses y creamos una base de datos de 10.000 blogs con gente interesada en sostenibilidad, artesanía, handmade… Iniciativas contra la “mass production”. Mandamos nuestro vídeo de la web a estos blogs y la respuesta fue increíble.

Todo el mundo ha colaborado de una manera muy personal, todo el mundo ha querido colaborar, de alguna manera han hecho suyo el proyecto y creo que es la base del éxito.

Tenéis una curiosa manera de promocionaros, el Trunk Show Host, ¿cuéntanos en qué consiste?

Como decíamos a la gente le gusta participar le gusta involucrarse de alguna manera, con el IQ Code eso es posible.

Sabiendo que la manera en la que estábamos haciendo las cosas no era la correcta para este proyecto, buscamos una alternativa competitiva en el mercado ya que no se puede vender esta ropa en tienda porque saldría muy caro si tenemos que incluir todos los gastos de la tienda en la prenda y buscamos la manera de abaratar costes y de poder pagar correctamente a los artesanos. No sé hasta qué punto es necesario ir a una tienda a comprar la ropa, antes lo era, creo que cada día menos.

Nosotros no tenemos un target muy grande, cada vez más los consumidores no creen en ese tipo de publicidad gigantesca, la gente cree cada vez más en lo que publica un bloguero o un amigo, alguien a quien siguen. Tomamos la decisión de hacerles participar con el Trunk Show Host; la idea no es nueva es la manera de hacerlo que sí es nueva; es un negocio que no existe y de hecho vamos a patentarlo.

Hablamos con los blogueros para que puedan tener un negocio con nosotros; tienen a su disposición todo nuestro inventario y sólo dando al “me gusta”, eligen una prenda para su propio blog, pero no sólo se llevan el porcentaje si alguien de sus amigos lo compra, si cualquier consumidor del mundo compra esa prenda, ellos obtendrán igual el porcentaje de la venta.

Vuestro target de edad es gente muy joven, imagino que porque es el mercado objetivo al ser una marca que únicamente se vende online. ¿Tenéis pensado lanzar otras líneas con el mismo sistema pero para otras edades?

Nosotros planteamos el proyecto con esta inquietud y nos dimos cuenta de qué teníamos que hablar con la gente joven porque ellos son el futuro, ellos son también los que más cómodos se sienten a la hora de comprar online, entienden que pueden devolverlo y cambiarlo, tienen menos prejuicios para pagar, para compartir, y también hay gente de más edad con una mentalidad muy joven, la ropa sí que tiene espíritu joven pero la ropa ya no se diseña para una edad sino para una mentalidad.

En YouTube hay un video vuestro de cómo un productor indio fabrica un tejido a mano; sorprende sobre todo la tranquilidad alrededor del trabajo, nada que ver con nuestros ruidosos polígonos industriales. ¿Cuáles son las diferencias a nivel medio ambiental de un tejido producido así con uno producido industrialmente?

Los artesanos indios viven en pueblos muy pequeños repartidos por el área rural; en las ciudades surgen muchos problemas empezando por la vivienda; en su pueblo tienen una casa digna, no es un palacio pero viven con su familia, en la naturaleza y la energía que usan para llevar a cabo el trabajo es casi nula; en el trabajo ayuda casi toda la familia, me parece un sistema muy sostenible. Para nosotros hacer esto tiene mucho más sentido que tener a toda esta gente viviendo en chabolas al lado de las grandes fábricas sin sus familiares al lado para hacer miles y miles de metros de la misma tela.

Fue gracias a Gandhi quien animó a la gente a consumir tejidos hechos a mano, y aceptar su propia cultura consumiendo lo suyo, en contra de los nuevos tejidos que venían de Inglaterra; todos los indios empezaron a tener ruecas en casa y así se fomentó esa revolución silenciosa.

Nosotros les apoyamos y trabajamos con una cooperativa de artesanos independientes que son más de 20.000; ya estamos trabajando con 223. El algodón que usa nuestra cooperativa es algodón que crece localmente en esa zona. De la parte donde estamos vienen los famosos cuadros madras auténticos (los cuadros que ahora se venden como cuadros madras no viene de ahí generalmente). Ellos llevan estos tejidos como pareos, pero aquí nos dimos cuenta de que no podíamos venderlos así.

Cogemos esa tela hecha a mano, sin tocar los colores que ellos decidan, con toda su cultura india detrás, lo llevamos a Italia o Europa donde saben cortar y confeccionar, y que son capaces de convertir una tela hecha muy humildemente en una prenda exquisita. Hemos hablado con todos nuestros colaboradores para saber cuáles son sus necesidades reales y pagarles los precios que nos piden; hemos bajado nuestros márgenes brutalmente para poder llevarlo a cabo.

En España ha desaparecido esta industria artesanal, tenemos mucho paro y con la gran suerte de que lo podemos soportar; todas las máquinas que se dejaron sin usar aquí se llevaron allí, con lo que el oficio de artesano que no puede competir contra esas máquinas está desapareciendo. Qué pasa con la gente allí que han perdido su oficio, sin seguridad social y sin los beneficios sociales que tenemos aquí?

A mí esto me preocupa, ya no tenemos que seguir pesando en países sino globalmente, porque nos afectamos muchísimos unos a otros: “think global and act local”.

Decís que cada prenda es única, ¿ por qué?, ¿por el tejido?, ¿por modelo?…

Porque cada tejido es único y por lo tanto sólo se puede realizar una prenda concreta en una sola talla. Fotografiamos a los 223 artesanos, ellos estaban emocionados porque alguien quería hacerles una foto e iban a poner su foto en una web, y que alguien va a saber que son ellos los que han hecho el tejido, y se implican más, lo hacen incluso mejor. Y esto también pasa con nuestros colaboradores europeos, cuando les dijimos que íbamos a poner su foto, enseguida resurgía de nuevo ese orgullo y esas ganas de querer hacerlo bien porque todo el mundo iba a saber que eran ellos los que habían confeccionado esa prenda. Hacen suyo el proyecto.

En vuestra primera colección todas las prendas son de cuadros, ¿vas a ser una identidad de marca o pensáis en futuras colecciones incluir otro tipo de tejidos, estampados, etc.?

Hemos empezado con el grupo de artesanos que hacen cuadros, pero también tenemos los vaqueros japoneses hecho a mano con tinte índigo natural de planta, los otros son químicos, pensamos que por qué no coger algo tan icónico como el vaquero, y hacerlo bien en telares manuales y lavados manualmente en Martelli; hemos creado un producto de alta calidad.

¿Los vestidos reversibles que tenéis tienen que ver con esta tendencia del minimalismo?, ¿están pensados para estas personas adheridas a movimientos minimalistas como el proyecto 333 que desean usar un mínimo de prendas?

Hay 3 palabras que tenemos que aprender: reciclar, reusar y reducir. Nosotros creamos productos bien hechos, duraderos, que puedes mezclar con tus propias prendas; tenemos que plantearnos cuánto realmente nos hace falta, no podemos seguir con esta vorágine, esta ansiedad de consumir, hay que tener conciencia de esta problemática.

La marca ha tenido una acogida muy buena, ¿cómo lo estáis viviendo vosotros desde dentro?

Estamos muy emocionados, es un proyecto muy personal; los 3 socios que se unieron cuando empezó el proyecto han añadido mucho valor, al igual que los diseñadores freelance que diseñaron el logo, los blogueros, etc; personalmente creo que hemos materializado algo que estaba cociéndose, y ese es el éxito. Nos gustaría convertirnos en una gran plataforma para cualquier persona creativa pero para hacer las cosas no solo bonitas en superficie, sino en la manera de llevarlas a cabo.

Hay muchas marcas y diseñadores también que quieren aportar algo al proyecto, quieren compartir, quieren hacer cosas con nosotros; las posibilidades son “limiteless”. Esto es sólo un comienzo.

Han hablado con nosotros de la Unesco por el tipo de proyecto, de Facebook por el tipo de venta…nos están contactando gente de todo tipo, la ropa es un pretexto para empezar un diálogo, hay que crecer más allá de la ropa; nosotros hemos propuesto algo que rompe con lo establecido, con el pasado, aprendemos mucho y cometeremos errores; ya veremos después qué soluciones podemos ir dando, hasta dónde llegamos, tenemos que ser un poco valientes y decir “vamos a intentarlo”.

¿Qué les dirías a los jóvenes diseñadores que comienzan ahora?

Ahora mismo tienen muchas herramientas a su alcance para desarrollar sus sueños y publicar su trabajo; les diría lo primero que aprendieran bien en una buena empresa; el aprendizaje es fundamental para aprender el proceso; hay gente que está haciendo muchas cosas interesantes; puedes aprender la teoría en buenas universidades, pero hay que practicar: “get your hands dirty” y cuando aprendes bien es cuando puedes aportar algo distinto…hay gente que hace su marca recién salido de la escuela y está bien, pero yo aconsejo primero aprender para reforzar las ideas buenas y borrar las equivocadas.

Kavita, te agradecemos mucho tu tiempo y todas tus respuestas que son de una riqueza increíble; os deseamos mucha suerte aunque estamos seguros de que la vais a tener.

*Las imágenes de este artículo han sido decidas por Kavita, IOU.

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