Tres marcas del sector nos cuentan las dificultades a la hora de buscar rentabilidad
Por el Equipo Slow Fashion Next.
Imagen de Portada: Elisa Muresan.
Contexto
La moda sostenible y todo lo relacionado con el consumo consciente está siendo protagonista de un cambio de paradigma, y todo apunta a que poco a poco, y más aún en las nuevas generaciones, se está apreciando un cambio de conducta y de prioridades, lo cual podría ser motivo para mantenernos optimistas.
Sin embargo, hoy estamos aquí para hablar del otro lado: de las marcas de moda sostenible, tradicionalmente señaladas por tener unos precios más elevados de lo que a día de hoy el consumidor medio, consciente o no, está dispuesto a pagar. Esta situación, lejos de ser por capricho, parte de una desventaja considerable en comparación con las marcas de moda rápida, cuyos precios nos podemos permitir, pero a costa de un gran sacrificio para los trabajadores implicados en la cadena de producción y para el medio ambiente.
Hace poco leíamos el artículo de Minimalism en el que explican su trayectoria hacia la rentabilidad de su negocio, y no nos cuadraba con el conocimiento que tenemos nosotras del sector. Por eso, hemos hablado con 3 marcas de la industria de la moda sostenible para que nos contaran su perspectiva acerca de las dificultades para conseguir que, a día de hoy, una marca de moda sostenible sea rentable y la compartimos a continuación.
Los obstáculos a la hora de emprender
Las tres marcas que han colaborado en la realización de este artículo coinciden en que la principal dificultad es la falta de recursos.
Al principio, con toda la mejor intención, se quiere abarcar demasiado: producción responsable, precios competitivos, que la ropa guste y se venda… Sin embargo, al iniciar un negocio de este tipo hay que optar por pequeñas producciones, ya que no se sabe si se va a vender lo ya producido, lo cual aumenta los costes, y en consecuencia hace que el margen se reduzca a la mínima expresión.
Además, todavía nos encontramos en proceso de divulgación de la moda sostenible: en qué consiste, qué implica, efectos adversos en el medio ambiente, consecuencias de no tener una trazabilidad clara, etc. Esto hace que el 100% del que podría ser nuestro mercado objetivo no esté todavía concienciado, por lo que la cuota de mercado potencial se puede ver disminuida, lo cual hay que tener muy presente.
Muchas marcas se quedan en el camino
Toda marca de nueva creación en la industria de la moda sostenible pasa por momentos de dificultad y son muchos los casos de marcas que, muchas veces por realizar demasiados esfuerzos por ser responsables, incurren en demasiados costes que impiden su continuidad.
Dos casos recientes como ejemplo, el de Azul Marino Casi Negro, que con el vídeo que verás a continuación comunicaba su fundadora que se iba a tomar un tiempo y que comenzaría a lanzar sus creaciones de manera más natural y orgánica, en lugar de seguir los calendarios de temporadas. Por otro lado, The Nude Label, marca de lencería sostenible anunciaba hace poco que cerraban la persiana, víctima de los efectos del greenwashing por parte de las marcas de fast fashion.
Los costes adicionales
Si se quiere hacer las cosas realmente bien, hay que apostar por tejidos de calidad, certificados y producidos con unas garantías fiables.
También hay que tener en cuenta los costes de producción. Si fabricas fuera de tu entorno, lo importante es hacerlo de una manera consciente y responsable conociendo toda la cadena de producción y favoreciendo el desarrollo social y económico de las personas que trabajan en la fábrica en la que desarrollen tus productos.
En el caso de Elisa Muresan fabrican en su propio taller en Zaragoza (España), en el caso de Bask su última colección fue fabricada en Portugal y Green Forest en su fábrica de Faridabad (India).
Otros costes adicionales son aquellos que se incorporan al packaging y envío. Por ejemplo, en Green Forest incluían pequeños obsequios extra en sus pedidos que aumentaban mucho sus costes y se dieron cuentan de que apenas impactaba en la percepción del consumidor, de hecho, muchas veces acababa siendo un residuo, por lo que han priorizado un packaging personalizado, el árbol plantado con cada pedido y la prenda en sí realizada de manera responsable con el máximo nivel de trazabilidad posible.

Los métodos de trazabilidad empleados
En Bask nos cuentan que el tejido que utilizan tiene la certificación GOTS y que además, en cada etapa de su proceso de producción cuentan con proveedores que trabajan alineados con sus valores y que les comparten toda la información, incluso de las técnicas de serigrafía que emplean, por lo que tienen la tranquilidad de contar con un 100% de transparencia desde sus proveedores.

Por su parte, Green Forest contó con una marca amiga, Thinking Mu, que les ayudó a encontrar un tejido y una confección trazables. Y en Elisa Muresan cuentan con tejidos certificados GOTS y OCC.
La lucha por la rentabilidad
¿De verdad es coherente lo que comunica Minimalism sobre su rentabilidad?
Dos de las tres empresas contactadas en la elaboración de este artículo han confirmado que son rentables, y ambas han tardado entre 5 y 6 años en serlo.
Teniendo en cuenta los métodos de trazabilidad exhaustivos que emplean en sus procesos de producción, nos viene una pregunta a la cabeza: ¿Minimalism produce de manera tan responsable como comunica? Haciendo cuentas sobre los precios a los que se venden los tejidos sostenibles, cuesta creer que con los precios a los que venden sus camisetas de verdad puedan tener el beneficio que dicen tener, ¿dónde está el truco, Minimalism?
Sin duda, un caso que nos deja perplejas tanto a nosotras como varias de las marcas que nos han ofrecido su visión en la realización de este artículo.
Consejos que dan estas marcas a nuevos emprendedores en la industria de la moda sostenible
Bask aconseja “informarse sobre los nuevos modelos productivos, conocer bien nuestros productos, así como a los proveedores, y optar por líneas más básicas para poder trabajar con economías de escala y tener más datos a la hora de hacer previsiones sobre lo que se ha vendido mejor y peor, y poder actuar en base a esos datos”.
Green Forest recomienda encarecidamente “formarse adecuadamente, ya que es una inversión que, si se hace bien, se recupera con creces y permite avanzar más rápido en esta industria. Además, permite crear un negocio desde cero con unas bases sólidas preparadas para irlas escalando a medida que avance el negocio”.
En Elisa Muresan aconsejan “vender productos que cumplan con criterios de sostenibilidad, para reducir al máximo el impacto negativo y aumentar el impacto positivo sobre el planeta y hacerlo también desde la perspectiva de negocio, es decir, generando beneficios para poder ser sostenible también económicamente y mantenerte en el tiempo para cumplir con tu propósito”.
Y tú, ¿crees que las cifras de facturación de Minimalism son propias de una marca de moda sostenible que produce de manera responsable?