No sólo nos pueden enseñar a respetar la tierra sino a quererla a través del vestir.
Por Giovanna Volpe.
Imagen de Portada: Ovillos de lana manufacturada artesanalmente por la cultura chinchera de Perú.
Una amiga me pasó un video que “me podía interesar”. Se trata de un video que se ha hecho viral por su valioso contenido en el que aparece una indígena cusqueña explicando todo el proceso de transformación de la materia prima para la creación de las telas características de su cultura. Inmediatamente decidí escribir este post, para compartir con los amantes de la moda y de la sostenibilidad mis impresiones. A ver qué os parece.
Considero la sociedad moderna como el hiper-desarrollo de la sociedad indígena primitiva, y con “primitiva” me refiero a esencial. Pienso que todos llevamos un recuerdo primitivo en nuestros genes que la “civilización” y el “progreso” enterró, dejando en el olvido sus orígenes elementales para mirar al futuro a toda costa; un “a toda costa” que se está notando. Por suerte, fuera de los márgenes del mundo occidental sobreviven muchas sociedades indígenas rudimentarias que mantienen vivas muchas técnicas originales de manufactura.
En cuanto a moda se refiere, los indígenas son un ejemplo de industria textil respetuosa con el medio ambiente, puesto que no hacen más que fundirse con la naturaleza vistiendo con lo que ésta le aporta. Parece difícil de entender, pero no lo es, y cuando lo comprendemos descubrimos la belleza de nuestra especie.
Este video nos sirve para darnos cuenta de la proximidad entre nuestro vestir y el medio ambiente. Acostumbrados a obtener la ropa en las tiendas lista y preparada, como si hubiera aparecido de la nada, ya ni nos imaginamos todo el proceso y trabajo que conlleva colgar en nuestro armario la prenda que hemos encontrado.
Las fibras naturales con las que se hacen las telas de nuestras camisetas, camisas, pantalones y vestidos son extraídas de plantas y de animales como las ovejas. Lino, algodón, cáñamo, esparto o lana componen nuestras prendas y accesorios, pero manufacturados industrialmente.
Por ejemplo, uno de los elementos indígenas que sobrevive en España es el esparto. Sí, sobrevive, es porque tanto en España como en el resto de Europa, hubo indígenas cuyo legado perdura actualmente a través de algunas costumbres y objetos tradicionales.
Las primeras pruebas de manufactura textil en España datan de la era del Neolítico, de la cual se conservan algunos artículos como unas sandalias de esparto, unas cestas y pequeños restos de tejidos de ésta fibra, halladas en La Cueva de los Murciélagos de Albuñol, en Granada.
Tejido de Esparto. Cueva de los Murciélagos. Catálogo del Museo Arqueológico Nacional
¿Acaso no hay en vuestro armario unas “esparteñas” o alpargatas de suela de esparto que usáis en los calurosos días de verano? Y qué me decís de los bolsos típicos para ir a la playa. ¿Cuántos ignoráis la relación con el pasado indígena de muchas de vuestras prendas?
Al igual que las fibras naturales, existen los tintes naturales. La parte que más me impactó del vídeo fue cuando la chica explica de dónde obtiene los colores para teñir las madejas de lana y cuando muestra el detergente natural para limpiar la lana antes de hacerla hilo: una raíz que en quechua se llama saqtana, (lo que parece rábano picante, pero no estoy segura).
Ingredientes naturales para tintar la lana. Cultura chinchera de Cusco, Perú
Madejas de lana tintadas naturalmente. Cultura chinchera ancestral de Cusco, Perú
Los colores se obtienen también de la naturaleza, hojas de eucalipto, flores, maíz morado y hasta insectos sirven como tinte. Las diversas tonalidades de colores se modifican con tan sólo gotas de limón o alumbre, el cual además fija el color en las madejas de hilos o en las telas. La sal y otros minerales, también funcionan para que la tela quede bien impregnada en color durante los 45 minutos hirviendo en el agua.
De vuelta al mundo occidental, todos estudiamos la Revolución Industrial por medio de la industria textil y todas esas máquinas hiladoras, como la Jenny, automatizaban y masificaban la producción, desarrollando la “civilización”. Desde entonces hasta nuestros días, la industria textil es de las más contaminantes del planeta.
Muchas técnicas ancestrales de pueblos indígenas fueron copiadas por las grandes compañías occidentales de manera industrial. Tal es el caso de la famosa compañía holandesa de telas VLISCO.
Fundada en 1846, VLISCO “copió una técnica artesanal indonesia de estampación textil por medio de cera, para reproducirla industrialmente en Holanda y comercializarla en África occidental. Ahí se generó la creencia de producto africano tras mover a ese continente la manufactura holandesa, que a pesar de ser fabricada por mano de obra africana, siguió denominándose wax hollandais”. Stella Jean, quien utilizaba estas telas al comienzo de su carrera, dejó de utilizarlas para fabricar su propia técnica de estampado respetando la industria textil artesanal de los pueblos indígenas y comunidades con los que trabaja.
Editorial Vogue Corea de julio 2012 en Cusco, Perú
El mundo de las tendencias de moda también se ve salpicado por las culturas indígenas. Para bien, las hermosas vestimentas y adornos indígenas sirven de inspiración para los creativos diseñadores de moda. Para mal, los diseños indígenas a veces sufren plagios y sus técnicas manuales son desvirtuadas por las máquinas y por su reproducción masiva. Tal es el controvertido caso de la diseñadora francesa que plagió unos bordados indígenas mexicanos.
Necesitamos despojarnos de nuestras costumbres y estilo de vida moderno, ralentizar nuestro tiempo y obedecernos a nosotros mismos para descubrir nuestra responsabilidad con la tierra. Solo así podremos aprender de las sociedades indígenas.
Aquí os dejo el vídeo que tanto disfruté, espero os guste y os anime a valorar no sólo a estas culturas sino a la vuestra propia. Hasta el siguiente post.
https://www.youtube.com/watch?v=8zdgXUUX7FA
-Las ideas y opiniones de este post pertenecen a su autor/a. Slow Fashion Next no se responsabiliza de los contenidos-
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