Los residuos textiles se van a convertir en la nueva fuente de aprovisionamiento en moda siguiendo los principios de la economía circular.

Por Gema Gómez, Directora de Slow Fashion Next.

En mi anterior post os hablaba de la importancia de cambiar el modelo económico hacía un modelo económico distributivo y sostenible. En este artículo quería hablaros de negocio también, pero en este caso del negocio de nuestra ropa usada.

Ya me habéis escuchado decirlo en otras ocasiones: según el informe de la Ellen MacArthur Fundation se producen anualmente cien mil millones de prendas y que solamente un 1% de esos cien mil millones de prendas, se vuelve a introducir en la cadena de producción textil. El resto se convierte en residuos post-industriales o pre-consumo y también en residuos post-consumo después de una breve vida de 6 puestas aproximadamente como nos dicen los estudios.

Residuo post-industrial: aquellos cortes que quedan después de cortar los volúmenes de un patrón en un tejido.

Residuo pre-consumo: Se considera un residuo pre-consumo, aquellas prendas que no llegan nunca a ponerse en el mercado y que la mayor parte de las veces se incineran.

Residuo post-consumo: Se considera un residuo post-consumo, el residuo textil generado después de su vida útil, es decir, después de haber sido usado.

En el vertedero terminan el 73% de las prendas según el mismo informe de la Ellen Macarthur, mientras que el estudio del PLAN DE GESTIÓN DE RESIDUOS DOMÉSTICOS Y COMERCIALES DE LA CAM, nos dice que en Madrid, esa cifra corresponde a un 7,8% de los residuos totales, similar a la de los plásticos. 

Nadie nos enseña a pensar en el final de esta ropa. Nos han hecho pensar qué podemos consumir tanto como queramos y aunque el sentido común nos dice que a algún sitio tendrán que terminar estas prendas, pensamos que el tema está resuelto y que no nos tenemos que ocupar de él. Aunque es un tema que da para mucho y trataremos en posteriores artículos, en este post no vamos a hablar de las consecuencias de estos residuos sino más bien, de la oportunidad que significan de negocio.

Muchas empresas ya se han dado cuenta de que la recuperación de materiales significa empresa, y se que ahora no lo vemos tanto, pero en el futuro, cuando los recursos naturales empiecen a escasear debido, por un lado al crecimiento de la población y por el otro lado, al cambio climático, por decirlo de una forma básica, estás alternativas se volverán cada vez más interesantes a los ojos de los empresarios.

Muchas empresas lo han visto ya claramente y están apostando por ello porque perciben el nicho de mercado. Unas más grandes y otras más pequeñas, siendo las más grandes las que tienen más oportunidades de inversión y de conseguir mayor financiación para la innovación. Pero esto tampoco es un freno para a las pequeñas que, a su manera, también introducen estos criterios de reciclaje.

Sobre el reciclaje diremos que existen dos tipos de reciclaje textil: el mecánico y el químico. En España tenemos un caso éxito muy claro con Recover que ya hemos tenido algunas veces en nuestra jornada y cuyo vídeo os dejamos aquí para que entendáis un poquito mejor su papel en la cadena de producción y lo que significa un reciclaje mecánico. Trabajan con otras empresas y organizaciones que son las encargadas de recoger esta materia, como por ejemplo Koopera. Esta materia llega a sus grandes naves ya clasificadas por colores y mediante un estudio de laboratorio saben perfectamente conseguir el mismo color que el cliente necesita una y otra vez.

Por otro lado el reciclaje químico es bastante más complejo, principalmente porque las materias de nuestras prendas están mezcladas con tejidos que tienen un ciclo de vida diferente; algunos de ellos tendrían que ir a los campos a convertirse en compost al final de su vida útil y otros tendrían que mantenerse fuera de la superficie en un ciclo de supraciclaje. Desafiando estas barreras, hay muchas empresas que se han lanzado de lleno en la innovación y están consiguiendo resultados muy interesantes como Evrnu, Worn Again y Renewcell.

Otra materia muy interesante es Refibra que lanzó a lo largo del año pasado el grupo Lenzing y donde la pulpa de madera se mezcla con restos post-industriales de prendas en un proceso similar al del Tencel y que poco a poco va ganando adeptos.

Estás empresas pioneras están viendo lo importante que va a ser el reciclaje en el futuro para que las marcas puedan conseguir materia prima para realizar sus prendas. Por supuesto, como siempre lo recordamos, el poliéster aunque sea reciclado no debería nunca pasar por la lavadora para evitar el problema de los microplásticos que llegan al mar con lo cual solo se debería usar para bolsos, zapatos y abrigos y siempre productos que no estén en contacto directo con la piel. También recordar como dicen los fundadores de Cradle to Cradle y que establecieron los fundamentos de la economía circular, los materiales deberían de ser “sanos” porque cuando reciclamos materias que contengan químicos, estos quedan en la nueva materia ¡otro gran tema a considerar puesto que la mayor parte de nuestras prendas llevan productos químicos! Por lo demás las materias recicladas nos parecen todo un mundo a descubrir y a trabajar.

En el próximo curso de tejidos sostenibles del día 27 de noviembre, veremos todas estas nuevas opciones y en la presentación del Grupo Técnico de CONAMA el 29 de noviembre sobre residuos textiles en el que estamos participando, veremos muchos más datos muy interesantes sobre este tema, que después os contaremos también por aquí si no podéis venir, porque como decimos nos parece un tema fundamental.

¡Nos vemos en uno u otro sitio!

Web | + posts

Sumérgete en el mundo de la moda sostenible con Slow Fashion Next. Descubre cómo la creatividad y la conciencia se fusionan para impulsar un cambio positivo en la industria, explorando nuevas formas de vivir y consumir la moda de manera responsable. Únete a nosotros en este viaje hacia un futuro más consciente y comprometido con el medio ambiente.

Publicaciones Similares