Por Teresa García, Formadora y Consultora de Moda
“Manifeste Contre L’État Mondial”
La tipografía como reclamo y reivindicación se apoya en un producto de moda con el propósito de convertirse en una herramienta potente de comunicación. Un producto que genera esperanza como motor de inspiración y apuesta por lo impertinente, irreverente, ingenuo e independiente, definiendo así los atributos de la marca.
A partir de un concepto ecofriendly, se define un desarrollo en moda, diseño, fotografía y un marcado carácter de conciencia social, para crear prendas tejidas y bordadas a mano, diseños únicos, series limitadas, con un depurado estilo casual, streetwear, minimalista y unisex.
Una marca que se inspira en la Piedad de Miguel Angel, para tejer oportunidades e historias tras las rejas de las cárceles de Lima en Perú. La escultura muestra una escena dura y serena a la vez. Un destino que se acepta con dignidad el cual se asimila y refleja el espíritu del Proyecto Pietà. La Piedad es la última etapa por la que pasa Jesús antes de la Resurrección, lo que le lleva a ReNacer. Una sensación muy similar a la que sienten los presos cuando un joven francés les devuelve a la vida gracias a su idea e iniciativa de hacer realidad este magnífico proyecto.
Un proyecto creado para transformar los errores del pasado en una apuesta ilusionante para la reinserción de los trabajadores de Pietà, a través de un oficio que les ayuda a superarse y a mirar al futuro con esperanza. “Pese a las dificultades y los prejuicios no bajamos la cara, sino que seguimos adelante con humildad y con ambición”.
Vídeo Project Pietà – Prison “San Jorge” Lima – Shoemaking
LA INTUICIÓN COMO INSPIRACIÓN
Su fundador y General Manager, Thomas Jacob, es un joven francés que decidió dar carpetazo a sus estudios de derecho y arriesgar en su pasión por el diseño gráfico. Trabajó para la maison Chanel, pero un día decidió abandonar su acomodada vida en París y aceptó el reto de trabajar para una marca importante en Lima. Finalmente sólo le generó desencanto al comprobar que la marca carecía de valores éticos, algo totalmente incomprensible para él.
Vivía en Lima desde hacía algún tiempo y un día asiste invitado por una amiga, profesora de la Alianza Francesa, a la representación de “Notre Dame de París” de Victor Hugo; una obra de teatro interpretada por sus alumnos de la prisión San Jorge. Sus temores y prejuicios se desmoronaron ante la cordialidad y hospitalidad que se respiraba allí.
Fascinado con la actitud y la experiencia al charlar con los reclusos tras la interpretación, Thomas no descansó hasta desarrollar el concepto con el que proporcionar ingresos y actividad a los chicos. Ellos le hablaron de herramientas para calzado, de máquinas de coser y telares que tenían en la penitenciaría y que ya algunos de ellos sabían utilizar. Se dio cuenta que los chicos tenían mucho tiempo libre, sin hacer nada y necesitaban ingresos y esperanza, razones por las que sintió una gran motivación y deseo de trabajar con ellos. Su amiga le presentó a los responsables de gestión de la Penitenciaría y éstos apoyaron encantados su propuesta.
Quería apostar por algo distinto, una marca que rompiera con los esquemas tradicionales establecidos, de calidad y coherente con los valores por los que apostaba. Compró materiales y se pasó un año haciendo bocetos y muestras, hasta conseguir el resultado que perseguía y a partir de aquí empieza a dar visibilidad a su propuesta.
Los tejidos y materiales que utilizan son originales de Perú, un país con gran tradición en la actividad textil, desde la cultura inca. Usa siempre materiales orgánicos, naturales o reciclados y tejidos de una gran calidad como cashmere, seda, alpaca y algodón pima.
Vídeo prisión de mujeres Santa Mónica
Cada prenda se impregna de los sentimientos profundos y encontrados de un preso en su trabajo del día a día mientras cumple su sentencia. Este proyecto les proporciona una remuneración por encima del salario medio para sus gastos dentro y les permite ahorrar para tener algo cuando salgan de allí, además de no tener que pedir dinero a su familia con lo que adquieren seguridad, autoestima e ilusión. Esta actividad rebaja su condena un día por cada cuatro días de trabajo en el proyecto.
Un proyecto artístico más que comercial, pues no ha sido creado exclusivamente para vender. Un concepto que trasciende con un trabajo de imagen muy esmerado, con fotografía profesional y una colaboración con el fotógrafo Alex Neumann, con imágenes potentes que cuentan historias en las que los reclusos hacen de modelos de las prendas elaboradas por ellos mismos.
Desde Lima a otras cárceles del país, el proyecto se ha replicado desde San Jorge y Santa Mónica a otras cárceles como Ancón y Lurigancho y actualmente hay unos treinta trabajadores entre todas ellas. Están equipadas con talleres de confección de tejidos, marroquinería y calzado desde donde los internos realizan con pasión y orgullo piezas que viajan a todo el mundo.
Desde los talleres industriales de las cárceles se confeccionan a mano camisetas con tipografías y mensajes, camisas, sudaderas, cazadoras, chaquetas, pantalones, jerseys, zapatos. Cada pieza lleva bordado en su interior nombre y apellidos de cada artesano que la realiza, número de pieza y cárcel de origen como señas de identidad.
RETOS Y EXPANSIÓN DE LA MARCA PIETÀ
Video de los desafíos que ha vivido y vive la marca
AUMENTAR LAS COMPETENCIAS PARA LA REINSERCIÓN SOCIAL
Thomas garantiza prolongar la actividad para los reclusos cuando salgan en libertad y poder darles continuidad una vez fuera, para lo que tiene previsto la contratación de éstos en tareas de comercialización y distribución de la marca. Las prendas se seguirán produciendo en las penitenciarías, porque para él, es ahí donde radica su fuerza e inspiración, su misión.
Thomas asegura encontrar aveces mucha más paz en el interior de la cárcel que fuera y no duda en pasarse horas formando a los reclusos dentro. Cree que detrás de un error hay un arrepentimiento, detrás está la fe y detrás de la fe hay una convicción. Los caminos, si se tuercen, se pueden enderezar nuevamente.
Un joven visionario, inquieto, inconformista, irreverente e intuitivo que cambia vidas y devuelve esperanza contando historias entre costuras con cada puntada o hilo tejido. La esencia de su proyecto reside en crear segundas oportunidades, cuando tras ver el abismo, siempre se puede encontrar la forma de poner los medios para salir de él. Un negocio sostenible donde los presos encuentran un espacio digno en el mundo.
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