Desde chiquita, en su Cuba natal, Yasuri Mayari Atorrasagasti disfrutaba con las revistas de moda que su madre conseguía. Roberta AA imaginaba a la niña Yasuri deleitándose con las páginas a todo color que reproducían las creaciones de los grandes diseñadores en los cuerpos de las artistas o modelos del momento. Roberta había crecido con la misma afición. Yasuri le contó que llevaba  aquellas fotografías a dos modistas muy viejitas que trasladaban su sueño del papel a la tela y le permitían vestir de una manera única en la isla. Hubiese querido dedicarse a la moda, pero no estaba bien visto y decidió a estudiar contabilidad y finanzas. Y un día allá por 2007, Yasuri aterrizó en España. “Para mi fue como “salir del armario”, me compraba la revista Vogue todos los meses, y hasta el día de hoy sigo coleccionándola. Iba por las tiendas aunque fuera únicamente a mirar y cuando empecé a tener la oportunidad acudía a desfiles de moda en Madrid y Milán, y no fue hasta el 2013, después de haber estado una temporada en Florencia trabajando para Ermano Scervino, que decidí dejarlo todo y dedicarme a formarme como profesional de la moda”, le dijo Yasuri a Roberta AA.

Comenzó a diseñar. Y un día la moda sostenible entró por una ventanita. Gracias a un curso de Slow Fashion Spain se dió cuenta de que la moda slow había formado parte de su vida desde siempre, aunque no lo supiese, porque en Cuba todo se reutiliza. Y  apostó por un modelo de negocio basado en el verdadero valor de las cosas y el trabajo personalizado, bien hecho y con cariño. Una actividad que no perjudicara el medio ambiente ni explotase a mujeres y niños de países desfavorecidos que reciben a cambio un salario vergonzoso aprovechándose de su necesidad. Así nació AIBY Craft.

Tras un año, la firma creada por Yasuri en Huelva avanza a paso lento pero seguro y firme. Es un referente del lujo sostenible y acaba de aterrizar en La Gran Manzana de la mano de la plataforma Beiñ, la alternativa perfecta para todas aquellas marcas independientes de jóvenes diseñadores españoles que desean tener su hueco en la ciudad de las oportunidades. “Aún tenemos muchos objetivos que cumplir pero las metas que nos hemos ido marcando las estamos alcanzado de manera muy satisfactoria”, relata Yasuri.

Su última colección se llama “222″. Representa el comienzo de un nuevo ciclo cuya naturaleza depende del siguiente número triple que veas. Tanto el número 222 como la seda ahimsa,  han inspirado a Yasuri para crear esta colección. “La oruga de esta seda y  mi propia vida discurren por nuevos horizontes”, afirma la diseñadora. Una colección llena de esas ideas que fueron sembradas en la niñez, mirando revistas y alimentando el gusto y el estilo de una niña cubana, que han sido regadas y nutridas y han germinado en esta colección moderna, elaborada, elegante y muy sostenible que  realza el cuerpo femenino.  Una apuesta de Yasuri Mayari Atorrasagasti y su equipo por el eco-lujo, la mejor forma de resaltar la sostenibilidad, la artesanía y la exclusividad dentro de la moda, con unas prendas 100% Made in Spain.

Prendas elaboradas con tejidos artesanales y exclusivos, como la seda ahimsa (la seda de la paz), bambú, cáñamo y algodón orgánico y en tres colores: blanco, negro y azu turquesa, esta colección consta de 10 looks compuestos por vestidos, faldas y blusas. Escotes halter con caídas al agua, cuellos barcos, faldas lápiz y a capa, volantes y espaldas descubiertas son las características principales de los diseños y como broche de oro, las transparencias, protagonistas indiscutibles de muchas de las prendas de “222”. ¡Está colección está destinada a ser amada!

-¿Hasta dónde bucea Yasuri en busca de la inspiración?- pregunta Roberta AA.

-Yo soy una mezcla de culturas, ¡Ayyy si te contara mi árbol genealógico fliparias! Soy un poco especial. Me inspiran cosas que quizás no tengan mucho sentido, pero están en mi cabeza perturbándome y hasta que no lo exteriorizo no paro. Por ejemplo, para esta última colección, me ha inspirado un número 222, y fue porque me perseguía y lo veía en muchos sitios, y cuando busqué su significado increíblemente tenia coincidencias con el momento en que estaba viviendo. El trabajo de algunos diseñadores como Elie Saab, Óscar de la Renta, Alma Aguilar, entre otros. La moda femenina de los años 50 que para mi gusto es muy favorecedora y realza las formas de la mujer. Y sin pensarlo, una ciudad, ¡Florencia!.

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