Conoce las barreras a las que se enfrenta el Slow Fashion para llegar al consumidor y este sepa ¿qué es?
Por Gema Gómez, Directora de Slow Fashion Next.
A raíz de esta pregunta que nos hicieron en a través de nuestro Instagram, como buenas curiosas que somos, nos pusimos a reflexionar sobre cuáles son las barreras del Slow Fashion que impiden llegar al consumidor.
Por el interés de todas y todos, no solamente de las marcas, sino también del futuro del sector y por supuesto del futuro de las siguientes generaciones, está en nuestro interés entenderlo para poder mitigar esos problemas e impulsar todas aquellas marcas de moda que están aportando un valor positivo.
Comunicación
Por un lado, lo primero que se nos venía a la cabeza es la comunicación.
Cuando empecé a trabajar en el grupo de trabajo de Victoria de Pereda, de pronto entendí conceptos que no fue hasta muchos años más tarde cuando comenzaron a llegar directamente a la moda. Estos conceptos tenían que ver con Cradle-to-Cradle, el análisis de ciclo de vida de un producto entre otros muchos. Ahora estamos familiarizados, sobre todo si nos sigues, pero pensad que hablamos de hace 8 años.
Igualmente al empezar a llevar a cabo las Jornadas de Moda Sostenible (en este link tenéis acceso a todas las conferencias grabadas menos las de la primera jornada que se nos pasó????????♀️¡la falta de experiencia!)cuando queríamos profundizar en un tema, nos dábamos cuenta de que ese tema podría estar relacionado con otros muchos; por ejemplo, cuando hablábamos de una fibra, de pronto sabíamos que estamos hablando también del agricultor que la producía, de la manera en que afectaba el suelo y también de cómo esa fibra si se había cultivado con pesticidas, al llegar al público final, esos pesticidas podrían afectar a la salud del que iba a llevar esa ropa.
La sostenibilidad no es un concepto fácil. Es un concepto que incluye otros muchos conceptos cuando empiezas a tirar del hilo; y cuando tú estás trabajando y te das cuenta de todo lo que hay detrás y quieres comunicarlo, no sabes ni por dónde empezar. Con lo cual, muchas veces comunicas poco, a destiempo, en el lugar inadecuado y mal.
Sumado esto a la tradición de que la moda solo debe de comunicar en imágenes y tendencias lo que hace que el sector en general sea un pobre comunicador de historias y de valor. Y si tiene que ver con algo la sostenibilidad, es con contar las historias a lo largo de la cadena de producción, o mejor dicho de la “cadena de valor”.
Precio
Por otro lado el precio, o más bien, la mala cultura del verbo vestirse que nos hace pensar que nos tenemos que estar vistiendo y cambiando de ropa todos los días. El Fast Fashion nos ha educado para ello ¡pero no es verdad! Con este sistema lo único que conseguimos es estar usando recursos preciosos que necesitamos para vivir; desde el suelo, hasta el consumo de agua, pasando por las emisiones de CO2…
Este sistema produce fibras de malísima calidad “similares” a las de una foto que lleva una fantástica modelo (de los cuales solo hay 1000 en todo el mundo por otro lado, pero de eso hablaremos en otro momento) y que continuamente está lanzando el mensaje de que no eres suficiente si no llevas tal o tal cosa, con lo cual, puesto que hay cosas que no puedo cambiar me entrego a esta creencia, y para querer ser algo que me dicen en esta sociedad que tengo que ser, me sumo sin cuestionar a cualquier tendencia que lance uno de los grandes para estar “ahí”, donde me dicen que tengo que estar.
Por supuesto, este sistema es muy rentable para unas cuantas empresas, cuyos puestos oscilan entre los magnates más ricos del mundo, pero lo que deja tras de si es la externalización de muchos costes como por ejemplo no estar pagando sueldos dignos a las personas que trabajan en esta cadena, o la extensiva contaminación en todo el planeta, que por supuesto sufrimos porque, como suelo decir, es muy ingenuo pensar que esta contaminación va a quedar solo en el medio ambiente y no afectar a nuestra salud.
Nuestra salud y la del medio ambiente están íntimamente ligadas.
Frente a esto, un precio justo que pague salarios a las trabajadoras y que no contamine nos parece excesivo, pero claro, el mercado permite que el que externaliza estos costes llegue con un precio muy bajo y el que no lo hace, su precio es más elevado por estar haciendo las cosas bien y no estar dentro de estas “economías de escala”.
Falta de ayudas
Por último y no más fácil es el tema de la falta de ayudas para crear nuevas fórmulas y estructuras.
Sin inversión en crear nuevas estructuras y sin una regulación que, como dicen mis compañeros cuando hablan de residuos, “el que contamina paga”, está claro que tardarán las cosas más de lo que deberían.
Como decíamos, el pastel ha sido muy jugoso, pero parece que ya ha dejado de serlo y que muchas empresas empiezan a sentir los efectos (podéis leer mis predicciones para el 2020 cuando salga el artículo en diciembre). Al mismo tiempo, muchas pequeñas empresas están surgiendo con propuestas que son frescas, innovadoras apetecibles y sobre todo con sentido.
Muchas de las alumnas que han pasado por Slow Fashion Next corresponden a esta definición, y os las iremos presentando en nuestro apartado “Fuera de Serie” de este blog. Estamos en el momento justo para empezar a ponernos manos a la obra porque el giro en el consumo no va a tardar en llegar.
Si quieres que este cambio te pille preparada no dudes en unirte a esta gran comunidad de aprendizaje y hacer nuestros cursos así como seguirnos en todas las iniciativas que hagamos, porque en nuestro “core” está el ayudaros a hacer realidad vuestros sueños e impulsar vuestros proyectos ¡vuestros sueños y proyectos son los nuestros! ♡ ♡ ♡
Sumérgete en el mundo de la moda sostenible con Slow Fashion Next. Descubre cómo la creatividad y la conciencia se fusionan para impulsar un cambio positivo en la industria, explorando nuevas formas de vivir y consumir la moda de manera responsable. Únete a nosotros en este viaje hacia un futuro más consciente y comprometido con el medio ambiente.