Las opciones de compra o intercambio de ropa de segunda mano no paran de crecer en Barcelona y alrededores y se encuentran por todos lados. La proliferación de mercadillos que emulan a los tan visitados de Europa, la pasión por el vintage, la apertura de tiendas cuidadas y propuestas alternativas, la recapacitación sobre el modelo de consumo triunfante en los noventa, y, no nos engañemos, los bolsillos más vacíos de las nuevas generaciones, han convertido el ‘second hand’ en una tendencia, que ni avergüenza ni se esconde.
Esto es una buena noticia para la moda sostenible, porque alargar la vida de la ropa es una de las necesidades más urgentes, pero además, también necesitamos alternativas para comprar menos ropa nueva. Sólo si somos capaces de comprar menos, podremos pagar un mayor precio por una prenda, un precio justo, y alejarnos de la moda barata, sólo rentable a costa de su rápida caducidad, su nefasto impacto ambiental y las pésimas condiciones de los trabajadores que la confeccionan.
A los mercadillos de segunda mano ya habituales los fines de semana en la ciudad, como Lost &Found o Demanoenmano, dónde se pueden encontrar muchas prendas de ropa y también otro tipo de objetos, se le sumó el fin de semana pasado la iniciativa ‘Vintage a pes’ (Vintage a peso) de Roba Amiga, el primer mercado de ropa de segunda mano a granel que se hizo en Sant Adrià de Besòs.
Otra iniciativa, ésta impulsada por La Fàbrica del Sol, un equipamiento del Ayuntamiento de Barcelona, es ‘Renova la teva roba’ (Renueva tu ropa), que se celebrará del 11 al 23 de noviembre en diferentes sitios de la ciudad, donde se ha tejido una red de puntos de intercambio. Aquí tu puedes entregar tu ropa y obtener unos vales para canjear por otras prendas en cualquiera de los centros que colaboran, con el fin de extender el mensaje de que los residuos de unos son oportunidades para otros.
Y mirad si es así, que Humana lanzó hace unos meses la campaña ‘Donate Fashion’, en la que han participado varios blogueros de moda luciendo sus prendas second hand, para mostrar que aprovechar la ropa de otros también puede ser cool. Humana lleva ya años vendiendo ropa de segunda mano y hace poco se le ha sumado Intermon Oxfam, que ya cuenta con dos tiendas en Barcelona y otra en Valencia.
Pero para tiendas de ropa usada hay unas cuantas en la capital catalana, como Holala, Lullaby, Love Vintage o Vintage Kilo. De hecho, la pasión por el vintage ha ayudado enormemente a desasociar la compra de ropa usada de la marginación. Y es tal el amor de los barceloneses al estilo retro de hace décadas que en junio pasado se celebró el primer festival exclusivo Vintage in Barcelona. Para los enamorados de esta moda, también es bueno conocer los mercadillos de Susi Sweet Dress, que recientemente ha estrenado tienda online.
Y si lo vuestro es esto, chequear pantallas y darle al zoom de las fotos, podéis revolver ropa de segunda mano desde el sofá. En Wallapop, una aplicación móvil para vender y comprar artículos usados, encontraréis un montón de prendas de oferta. Si tenéis que equipar a los más pequeños, también podéis perderos por Percentil, Tiruleta, Mundokid o Marca Bebé.
Artículo escrito por la periodista Mar Rocabert @marrocabert, autora del blog Cucdecol @cucdecol
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