¡Qué no te vendan la moto, la sostenibilidad en textil tiene conceptos muy claros! ¡te los cuento en este post!
Por Gema Gómez, Directora de Slow Fashion Next.
Te preguntarás si aún andamos así ¡pues sí! curiosamente al ponerse de moda el concepto de moda sostenible parece que cada vez las cosas están menos claras y supongo que es normal, ya que todo el mundo quiere subirse al carro de lo que es “cool” y en este momento la moda sostenible es tendencia, y por tanto es lo cool.
Creo que cuando empezamos hace unos años en esto, los conceptos eran o totalmente desconocidos o muy claros, porque los que hablaban de estas cosas eran gente que venían por lo general del sector medio ambiental o social, y no dejaban lugar a dudas.
Cuando pensamos en sostenibilidad, hay un concepto claro que acuñó la antigua ministra de Dinamarca, Gro Harlem Brundtland: “Abastecer las necesidades de la generación de hoy sin comprometer el abastecimiento de las generaciones del mañana”.
Efectivamente esta definición, aunque lúcida, necesita matices y cifras porque si no podemos ponernos filosóficos, y de lo que se trata es de crear conceptos claros que nos ayuden a tomar mejores decisiones y que nuestro rol en el mundo como consumidores, productores o empresarios, sea mucho más claro.
Cuando hablamos de sostenibilidad en textil hablamos del Triple Balance o Triple Cuenta de Resultados que busca crear un equilibrio entre los aspectos medio ambientales, sociales y económicos.
Fuente: CEREM
Sostenibilidad Ambiental
Es decir la capacidad de poder mantener los sistemas biológicos a lo largo del tiempo, proteger la biodiversidad, el uso racional de los recursos, así como evitar el uso de sustancias que contaminen el medio ambiente, internalizando los costes de las malas prácticas medio ambientales e invirtiendo en transformarlas.
Sostenibilidad Económica
Se trata de generar riqueza para tod@s, de manera justa y equitativa, que tod@s tengamos acceso a un salario digno que no vaya en detrimento de la naturaleza.
Sostenibilidad Social
Se refiere a crear puestos de trabajo de calidad, desde la formación, a derechos humanos, así como en la participación de la sociedad.
Las empresas del S. XXI, como me gusta llamarlas, para estar en correspondencia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, deben propiciar una cultura empresarial que fomente el compromiso con estos principios desde su propio ADN, no se trata como antes se entendía la RSC como algo ajeno al funcionamiento de la empresa y que se mezclaba con conceptos como el altruismo. Se trata de una manera de entender la empresa, como una herramienta de cambio positivo, que genere beneficios, no solo económicos, sino medio ambientales y sociales, así como que asegure a los que vienen detrás que podrán disfrutar de un mundo como nosotros lo hemos disfrutado ¡el planeta no nos pertenece, lo tenemos prestado hasta que nuestros hijos lo hereden, y así en adelante!
Cuando todos estos conceptos lo asociamos al textil tenemos varios frentes que avistar:
1. El primero y más importante el CONSUMO CON MAYÚSCULAS ¡no podemos seguir haciendo prendas que no necesitamos! como cuenta nuestra amiga y consultora en moda sostenible Anna Brismar en este artículo. Os invito también a leer el informe de McKinsey, que pone los pelos de punta pensando en los recursos y la contaminación medio ambiental si todos los mercados emergentes se ponen a consumir como lo hemos hecho en occidente. También nos han alertado desde Greenpeace Alemania de la excesiva producción de prendas y como el planeta está al borde del colapso por iniciativas como el #BlackFriday.
2. El segundo el tema de los derechos humanos y laborales, a veces cuando veo el mundo como está y lo que se permite por el interés de unos pocos, me siento entre triste y avergonzada de pertenecer a una especie que permite esta locura colectiva. Menos mal que creo que la mayor parte de las personas somos buenas, aunque también nos cuesta asumir responsabilidades y hacer esfuerzos que requieran cambios, quizás por este mundo frenético en el que vivimos ¡aún así creo firmemente en las personas y que cada uno desde su “círculo de influencia” irá haciendo cambios hacia un mundo más positivo! Sobre las empresas, se trata de asegurar, como decía arriba, salarios y vidas dignas, no solo decir que gracias a que producimos en tal o tal país, estas personas “comen” y la excusa de que si no, se morirían de hambre. Se trata de generar trabajos dignos con horas razonables, con posibilidad de tener vida familiar, con sueldos a los padres que permitan a l@s niñ@s ir al colegio, y dar la oportunidad de avanzar y no perpetrar modelos de negocio que no solo les suman a l@s trabajador@s en una vida miserable, sino también a sus hij@s.
Entre 0,11 y 0,18 céntimos cobra una trabajadora textil por una camiseta de 29 euros ¿seguro que no se puede mejorar esta cifra? Fuentes: McLeans y Setem
3. A nivel medio ambiental podríamos hablar de tres conceptos que nos ayuden a entenderlo; por un lado el ACV, el análisis de Ciclo de Vida, es decir, hablamos de analizar las diferentes etapas de producción, transformación, confección, distribución, uso y fin de vida de una prenda y sus impactos a nivel de uso de recursos, emisiones de CO2, contaminación, etc…Cualquier mejora sustancial en cualquiera de estas fases, se podría considerar moda sostenible. Por ejemplo, si usamos materias recicladas, estaríamos evitando producir nuevas materias, con lo que eliminaríamos el consumo de nuevos recursos. Si conseguimos dar una nueva vida a las prendas que tenemos en el armario y que no usamos, se podría decir que es moda sostenible, ya que “la prenda más “verde” es la que ya existe” como dice el Presidente de la compañía “Patagonia”, y que estaría evitando todas las emisiones de CO2 de la producción y distribución de las mismas. Igualmente si producimos y consumimos de manera local, estaríamos evitando las emisiones de CO2 del transporte.
También tenemos que tener en cuenta el concepto de pasar de una Economía linear hacia una Economía Circular, esto quiere decir que hasta ahora no nos hemos preocupado ni de cuidar recursos ni de lo que pasaba al final de la cadena de consumo, es decir, la millones de toneladas de prendas que van a los vertederos. La Economía Circular elimina el concepto de “residuo” ecodiseñando los sistemas.
Por último, pero no menos importante, estaría el concepto de “devolver a la naturaleza más de lo que le hemos robado” y para ello, el diseño regenerativo sería la clave.
Aquí te dejamos los conceptos implícitos de la sostenibilidad textil, y también puedes abrirla aquí
Para nosotr@s en Slow Fashion Next, son las iniciativas nuevas y emprendedoras las que pueden convertirse en esa alternativa, ya que es mucho más fácil hacer algo bien desde cero, que intentar cambiar un sistema que da beneficios ¿te apuntas? 😉 como sabes tenemos un curso de emprendimiento cómo crear un negocio de moda online y otro sobre moda sostenible (¡la 26ª edición!) que te permitirá dominar estos conceptos.
Por otro lado, ya tenemos en marcha nuestro #DirectorioSFN, un directorio de marcas, tiendas, diseñadores e iniciativas sostenibles que llevamos a cabo tras el éxito de este post que escribimos y donde vimos la cantidad de marcas que nos escribisteis, marcas con “impacto positivo” que os estáis convirtiendo en la alternativa al modelo actual de producción y consumo, para ayudaros a ganar visibilidad y a contar vuestro mensaje y el inmenso valor que tiene vuestro trabajo. ¡No te pierdas todas nuestras novedades y apúntate a nuestra newsletter!
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