Antes del Punk existió ella, y su rebeldía continúa gracias al cambio climático de nuestra era.
Por Giovanna Volpe, colaboradora de Slow Fashion Next.
Imagen de portada: “Consíquete una vida”. Autobiografía 2016.
El punk no ha muerto y Vivienne Westwood lo vio nacer. Por entonces, la situación global era distinta, pero se abrió la brecha que pronto haría estallar una crisis peor que la de los años 70: la crisis del cambio climático que sufrimos en nuestros días. Sin duda, el slow fashion tiene mucho en común con el punk y es por esto que quiero dedicarle estas líneas a una de las más grandes diseñadoras de la historia de la moda: Vivienne Westwood, la dama punk que lucha por el planeta a través de sus diseños.
Vivienne Westwood manifestante innata
Su carrera se inicia en el número 430 de la King’s Road de Londres en 1971, donde creó lo que se convirtió en un centro de congregación para la nueva generación de jóvenes que reclamaba un cambio de paradigma a finales de los años 70. En la actualidad, ese lugar sigue como tienda bajo el nombre de The Wolrd’s End, donde continúa vendiendo sus diseños y camisetas. Gracias a su espíritu e ingenio, Vivienne Westwood fue capaz de adelantarse a la historia, creando un estilo nuevo que representó a toda una era.
A principios de los años 70, el Reino Unido sufre las consecuencias de la crisis del petróleo. Se dispara el índice de paro e inflación, dejando a la juventud frente a un panorama desolador. A esta crisis se le suma la falta de empleo, el crecimiento de los barrios pobres, la marginalidad y la Guerra de las Maldivas en 1982. La sociedad inglesa estaba harta y comienza a rendir tributo a la protesta a través de formas de expresión distintas a las de la generación “hippie” anterior. La producción cultural se distancia de la realidad que los jóvenes viven y, paralelamente, crean una contra- cultura como respuesta a la cultura que les dominaba. Así, llenos de impotencia, la juventud inglesa dejó de lado todos los símbolos y todos los modelos estéticos que representaban a la sociedad en la que vivían, para diferenciarse radicalmente del propio sistema que los estaba marginando.
40 Años del punk
Contemporánea a esto, Vivienne encuentra su inspiración en los teddy boys, los rockers y en el fetichismo e influenciada por la corriente situacionista, utiliza la subversión como expresión anti capitalista, aumentando el uso de cremalleras, tachuelas, imperdibles, cadenas, plástico látex, parches, descocidos o cortes en las prendas de vestir. También convirtió en accesorio unisex el collar de perro como símbolo de esclavitud. Recuperó el corsé de la época de María Antonieta como recuerdo de la Revolución Francesa y el estampado tartán escocés, para darle al punk una identidad británica; ni qué decir de los mensajes antisistema estampados en camisas.
La juventud de Londres se identificó con sus creaciones, porque hablaban el mismo idioma: el Punk; la rebelión. Su primer trabajo de repercusión pública fue para los Sex Pistols, a quienes vistió en su primer concierto oficial en 1977, exhibiendo, por fin, el modelo estético del punk. A partir de ese momento, no sólo la música se convirtió en expresión, sino también el vestir. Además, el punk proclamaba el DIY (“Do It Yourself: Hazlo Tú mismo”). Y es que cada punk era su propio diseñador, creando o alterando la ropa. El punk era un movimiento de esperanzas donde este “hazlo tú mismo” se llevaba hasta la esfera vital: si no te gusta la vida que llevas, tú debes ser quien la cambie… “Get a life” (“Consíguete una vida”), es el título de la autobiografía de Vivienne Westwood.
Lady Gaga con una de las famosas camisetas de Westwood
Desde que se dio a conocer en la escena underground de Londres hasta su conquista en el mundo de la moda, Westwood ha transmitido su personalidad a través de un activismo social que ha concluido en la proclamación de una “Revolución Climática por la cual, desde hace seis años, aspira ir más allá de la moda. Gracias a este proyecto, la reina del Punk es uno de los primeros miembros del Ethical Fahion Initiative e importante colaboradora de Liberty, una organización nacional por las libertades civiles; para la cual lanzó la camiseta “I´M NOT A TERRORIST”.
Colaboración con el Ehtical Fashion Iniciative
De un tiempo acá ha lanzado colecciones exclusivamente concienciadas con el medio ambiente como la de DIY, en la que recupera la iniciativa del punk yendo en contra del sistema de la alta costura y de la producción textil. Esta colección se caracterizó por grandes metros de tela convertidos en vestidos con tal de democratizar los materiales y fomentar la liberación personal, creándonos nuestra propia “alta costura” a partir de un bonito mantel o una cortina. Como miembro del Ethical Fashion Initiative tiene una colección de bolsos y complementos llamada Handmade with Love, fabricada en el barrio bajo de la ciudad de Nairobi por mujeres y hombres de comunidades desfavorecidas con material reciclado. Desde el año 2013 también trabaja con artesanos de Burkina Faso, quienes le tejen a mano las telas de su línea de ropa femenina.
Equipo de creadores de las colecciones éticas de Vivienne Westwood
¿Qué más podemos esperar de la reina de la moda británica? No por nada fue nombrada por Isabel II como dama de su corte. Vivienne Westwood, la dama punk, es la representación de la rebeldía a través del vestir. Independientemente del estilo que vistamos, podemos posicionarnos firmes en contra de un sistema capitalista que domina a la sociedad mundial a través de la moda y que perjudica al medio ambiente con la producción constante de colecciones y temporadas que alimentan la tendencia consumista de los seres humanos modernos. Vivienne Westwood es la “victoria” de la “anarquía” dentro del sistema de la moda y es la lucha medioambiental frente a la cultura capitalista.
Tal vez no exista diseñador de tal calibre que saque dos colecciones por año ni que nos invite a no comprar más ropa, sino más bien, a llevarla por mucho tiempo y cuidarla.
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