Por Mikel Feijoo Elzo, explorer y fighter en Skunkfunk.

Hola a tod@s, hoy voy a tocar un tema que creo que generará debate en muchas marcas pero creo que es un debate necesario: ¿qué define a una marca como sostenible?

Ya escribí que no es lo mismo a nivel de esfuerzo o de mérito, ser una marca de ámbito local o con colecciones mínimas con pocas unidades de producción, usando pocos materiales y produciendo localmente, que una operación de cientos de diseños, cientos de miles de prendas en materiales muy diversos y con producción en zonas geográficas diferentes. Creo que esto hay que ponerlo en valor.

Hay muy pocas marcas de cierto volumen que son sostenibles precisamente porque todo se complica con el tamaño. No es lo mismo comprar tejidos GOTS certificados por el propio productor, que certificar GOTS a todas las operaciones de tu empresa.

Es por eso que ejemplos como Patagonia deberían de tener más reconocimiento del que ya recibe.

Desde las asociaciones de moda sostenible del estado, se trabajó sobre un documento originalmente creado por la asociación de Moda sostenible de Barcelona (moltes gracies per el treball!) de la que Skunkfunk es miembro, para poder determinar bajo criterios lo más amplios posibles y serios, qué marca puede definirse como sostenible.

Esto no son matemáticas y me he permitido el derecho de hacer una modificación, dado que entiendo que el tercer criterio que se definía, el cultural, después del medioambiental y el social, encaja perfectamente en el social. La cultura aun perteneciendo al ámbito social, no puede tener el mismo peso que éste en la definición de los criterios, como se planteaba en ese documento ni menos aún en el medioambiental.

I.- JUSTIFICACIÓN DE LOS CRITERIOS 

En primer lugar, hay que determinar qué es Moda Sostenible y qué no con claridad para evitar, entre otras cuestiones, la degradación del término por parte de quienes lo utilizan con fines meramente comerciales para confundir al consumidor, greenwashing. En este sentido, se hará una visión de conjunto de la marca y no se aceptará un producto sostenible si el resto de los productos de una marca son manifiestamente insostenibles.

También, hay que tener un punto de partida, a partir del cual establecer estrategias progresivas para ayudar a las marcas a mejorar sus prácticas para ser cada vez un poco más sostenibles.

En este sentido es importante destacar que la sostenibilidad se entiende con carácter progresivo y partiendo de un mínimo, pero con una base creíble, para no dañar el esfuerzo de quienes trabajan este valor. Interesa potenciar a las marcas para que realicen análisis y planes para mejorarla.

II.- CARACTERÍSTICAS DE LOS CRITERIOS 

Integradores o inclusivos: No pretenden segregar, sino por el contrario, atraer a las marcas para que vean en la sostenibilidad un valor diferenciador y un arma comercial más, eso sí, con total credibilidad en lo que se afirma.

Progresivos: Somos conscientes de las dificultades para implementar cambios, muy profundos en muchos casos, por eso apostamos por una planificación de los mismos en el tiempo que permitan ser asumidos de forma progresiva, con respeto por el esfuerzo del que los aborda y apoyando siempre a las marcas. No hay que caer en maximalismos cuando, en cierta manera y como digo muchas veces, Moda y sostenibilidad son dos conceptos que no casan demasiado bien.

Sistémicos: Son abordados siempre desde una visión conjunta, a pesar de que sean enunciados individualmente a efectos didácticos. Por lo tanto, se valorarán siempre desde el conjunto y la interrelación con el entorno, nunca desde el cumplimiento de un criterio. Podemos tomar el ejemplo del medioambiental, no servirá si se vulneran los derechos humanos utilizando mano de obra infantil. Abordamos la Moda como forma de expresión del ser humano teniendo en cuenta su impacto medioambiental en sentido amplio.

Profesionales: Se exigirá calidad en la elaboración del producto final, información veraz del mismo en las fases de diseño, producción y comercialización, además del respeto por la propiedad intelectual.

III.- CRITERIOS

Tal y como he mencionado, habría que ampliar, pulir y concretar más. Vamos con ello.

1) Criterios medioambientales:

  • Uso de materiales orgánicos, sostenibles y de recursos renovables (los materiales certificados o de un proveedor que lo esté) (3 puntos).

  • Certificaciones medioambientales de la empresa (cuáles) (2 puntos).
  • Ecodiseño. Diseño para su posterior y fácil desembalaje, compostable, Zero Waste, multifuncionalidad (1 punto).

  • Prácticas de reducción de emisiones de CO2. Transporte vía barco, reducción de consumo eléctrico… (cuáles) (1 punto).
  • Políticas de reducción de residuos, reutilización y reparación de materiales, reciclado de prendas (acciones) (1 punto).
  • No uso de materiales tóxicos (1 punto).
  • Packaging sostenible. Reducción de éste (acciones) (1 punto).

2) Criterios sociales 

  • Certificados de índole social (cuáles) para en la producción, cumplir para con los trabajadores con la normativa laboral, con los convenios colectivos y en todo caso respetar condiciones laborales dignas y seguridad y salubridad en el trabajo (2 puntos).
  • Criterios de comercio Justo para una retribución justa para productores de materias primas (Fair Trade o acciones similares) (2 puntos).
  • Llevar a cabo prácticas de integración de colectivos desfavorecidos y que promuevan la igualdad de género (qué y cuáles) (2 puntos).

  • Producción local en un mínimo del 30% del volumen total (Península Ibérica) (2 puntos).

  • Solidaridad-Apoyar otras Iniciativas sin ánimo de lucro que reviertan en beneficios sociales /medioambientales, destinar parte del beneficio empresarial al desarrollo de otras iniciativas sociales, nacionales e internacionales, participación en asociaciones para extender la red y ser parte del cambio (a qué organizaciones se pertenece y con quién se colabora) (1 punto).
  • Criterios culturales, respeto por las tradiciones textiles y puesta en valor de las mismas (bordado, encaje de bolillos, técnicas tradicionales de estampación, tejer…) (1 punto).

Todo esto debería estar asegurado y explicado por cada marca de una manera clara y si es posible verificable. A veces una explicación en detalle basta para poder ver si es solo fachada o hay un trabajo serio detrás.

Deberían puntuar 10 de 20 puntos para poder definirse como sostenibles y aún así poner grados. No es lo mismo 10 puntos que 15 o 19. Es un mínimo según mi criterio.

Además, no estaría de más visibilizar el trabajo de las marcas sobre sostenibilidad señalando el volumen de prendas producidas al año para evitar suspicacias en cuanto a facturación y número de países donde se venden. También, el número de colecciones y número de diseños por año, ferias en las que se tiene presencia, año de creación de la marca y número de trabajadores directos.

En resumen, creo que tener pautas para evaluar y confirmar es necesario ahora que la moda sostenible está de moda. No es oro todo lo que reluce y hay que saber y poder demostrar las afirmaciones que se hacen. En un mundo transparente a través de las redes sociales las mentiras en este ámbito se pagan muy caras en la reputación de las marcas con lo que creo que es necesario tener un discurso sostenible con lo que se dice.

* Todas las imágenes de éste artículo han sido cedidas por Skunkfunk.

– Las ideas y opiniones de este post pertenecen a su autor/a. Slow Fashion Next no se responsabiliza de los contenidos-

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