El estándar OEKO-TEX® fue originalmente desarrollado como una etiqueta que da garantías sobre diversos aspectos de la ecología textil, con el primer módulo enfocado en la salud del consumidor, especialmente para prevenir reacciones adversas a la salud inducidas por los textiles.

Desde esta perspectiva, OEKO-TEX® Standard 100 se centró en los requisitos sobre sustancias peligrosas, como metales pesados, tintes tóxicos, sustancias fitosanitarias y sustancias cancerígenas como el formaldehído (utilizado en textiles como sustancia antiarrugas).

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