Hola a tod@s los lectores de este blog. Soy Cristina, profesora de “Sustainable Fashion” en el IED de Madrid y con una tesis en marcha sobre estrategias y prácticas sostenibles en la industria de la moda. Con mi investigación quiero poner mi granito de arena dando a la sostenibilidad el lugar que se merece en el ámbito académico y universitario. Este es mi primer post como colaboradora en la plataforma de Slow Fashion Spain, y no puedo comenzar de otra forma que no sea agradeciendo a su fundadora Gema Gómez la confianza depositada al cederme este espacio para hablaros todos los meses sobre materiales y procesos innovadores y sostenibles.

La elección de las fibras y materias que se utilizan influyen de manera decisiva en la sostenibilidad de la ropa y complementos que utilizamos, a lo que se suma la aplicación de procesos sostenibles para su fabricación. Por procesos sostenibles se entiende aquellos métodos que consiguen minimizar los impactos que se producen durante la fabricación de tejidos, prendas de ropa y complementos (los más habituales están relacionados con  el uso excesivo de recursos y la contaminación). Si queremos contribuir a una industria de la moda más sostenible, es necesario estar al día de las innovaciones que se van produciendo en estas áreas y éste es precisamente el objetivo que se pretende con esta sección: hacer de catalizadores y acercaros todas esas novedades e innovaciones.

Economía circular: el nuevo paradigma de la industria de la moda

Aunque en muchos otros posts ya se ha hablado de la economía circular, no se puede comenzar a hablar de materiales y procesos sostenibles sin partir de este nuevo concepto que supone un cambio de paradigma. El sistema de producción predominante en la industria de la moda es un sistema lineal que extrae recursos de la naturaleza para transformarlos en productos, que una obsolescencia marcada por las tendencias, hará que se desechen con rapidez, incluso mucho antes de haber alcanzado el final de su vida útil. Los bajos precios en los que se sustenta la industria del fast fashion, ayudado en gran medida por la baja calidad de los productos, justifica su retirada y sustitución por otros nuevos que no tardarán en correr la misma suerte. Es evidente que este sistema de producción lineal es claramente insostenible.

Por esta razón, ante unos recursos naturales cada vez más escasos y unos niveles de generación de residuos más que alarmantes, es necesario re-diseñar este sistema y pensar en nuevos materiales, procesos y prácticas más sostenibles y respetuosas con las personas y con el entorno que nos rodea. Para alcanzar este objetivo de la sostenibilidad en la industria de la moda, el primer paso que hay que dar es el de pasar del actual paradigma de economía lineal al paradigma de la economía circular en el que, al final de sus vidas, los productos dejen de ser vistos como residuos inservibles. En una economía circular, al final de su vida útil, los productos bien se biodegradan de manera segura o se transforman en compost para servir como nutrientes biológicos de la biosfera; o bien se reciclan, para volver a procesarse devolviéndolos de nuevo al circuito productivo. Y es que en una industria sostenible no cabe la posibilidad de que, al final de la vida de los productos, éstos no se puedan reintegrar en cualquiera de estos dos ciclos.

Algodón reciclado: una alternativa sostenible al algodón convencional

En este punto puede que os estéis preguntando cómo los diseñadores y las empresas pueden contribuir a esa economía circular. Para dar respuesta a esta pregunta utilizaremos un ejemplo de innovación en materiales del que os quería hablar hoy y que representa una alternativa mucho más sostenible al algodón convencional: el algodón reciclado.

No es necesario recordar que el algodón convencional requiere de enormes cantidades de agua (por ejemplo, según el Fondo Mundial para la Naturaleza –WWF-, para fabricar un par de vaqueros se requieren 8.500 litros de agua durante su cultivo), emplea el 25% de los plaguicidas utilizados a nivel mundial, y genera el 1% de las emisiones mundiales de los gases de efecto invernadero, con el consiguiente impacto sobre la calidad del agua y del suelo de las comunidades donde se produce, la biodiversidad y la salud, no sólo de los trabajadores, muchos de ellos niños, de los campos de cultivo de algodón que trabajan en precarias condiciones de explotación laboral, sino también de los usuarios ya que los químicos utilizados permanecen en las prendas elaboradas y pueden provocar problemas de salud relacionados con afecciones dermatológicas. Fijaos como unas cuantas líneas han sido suficientes para darse cuenta de los efectos perjudiciales de este tipo de fibra que, pese a ello, es la segunda más utilizada por la industria textil (representa alrededor del 32% de las fibras textiles utilizadas por detrás del poliéster con un 45%, del que ya tendremos tiempo de hablar en sucesivos posts).

Una alternativa mucho más sostenible al algodón convencional es el algodón reciclado, que se fabrica a partir de los restos textiles que quedan en los procesos de fabricación -algodón preconsumo- o de las prendas de vestir usadas –algodón posconsumo-. Éstos se trituran y se mezclan con otros tipos de fibras, como algodón orgánico, para mejorar su resistencia a los procesos de producción. Una vez mezcladas, las fibras se hilan en nuevas madejas que se tejen convirtiéndose en nuevos tejidos que mantienen las mismas características, calidad y durabilidad que el algodón convencional.

Proceso de reciclado de restos pre-consumo de la empresa danesa Jacks & Jones

Según la tabla comparativa de fibras textiles elaborada por la consultora Made-by, el algodón reciclado se encuentra entre las fibras mejor situadas a nivel de sostenibilidad (clase A) frente al algodón convencional que pertenece al grupo de fibras menos sostenibles (clase E). Ello se debe a que la materia prima para realizar estas fibras ya existe con lo que no necesitamos suelo, ni las ingentes cantidades de agua y pesticidas que requiere el algodón convencional para producirlas de nuevo. Además, en el procesamiento de la fibra tampoco se utilizan productos químicos, luego resulta clara la contribución a la sostenibilidad de este material.

Es importante tener en cuenta que si se mezcla con fibras sintéticas como el  poliéster, no podrá reciclarse para reintegrarse de nuevo en la cadena de producción; ni biodegradarse, por lo que estaremos generando residuos que no tendremos la posibilidad de separar jamás, de ahí que sea fundamental no mezclar nunca tejidos orgánicos con sintéticos. Por este motivo, la mayor parte del algodón reciclado se fabrica a partir del algodón preconsumo ya que, debido a la mezcla de materiales de las prendas, no resulta fácil separar el algodón posconsumo para transformarlo de nuevo en hilo.

La buena noticia es que cada vez más, innovación y tecnología están contribuyendo a mejorar la calidad de los procesos de reciclaje. En junio de 2014, un grupo de compañías suecas desarrollaron conjuntamente la primera prenda fabricada íntegramente de algodón reciclado. Se trataba de un vestido de color amarillo elaborado a partir de algodón reciclado que no requería ser combinado con nuevas fibras para mejorar su calidad. En la actualidad, ya está en marcha el proyecto para construir su primera planta de reciclaje para la obtención de algodón 100% reciclado a gran escala.

PicMonkey Collage
Primera prenda fabricada 100% de algodón reciclado

Si os apetece conocer mejor el proceso de reciclado, os invito a que veáis el programa “El Escarabajo Verde” de TVE titulado “Economía Circular”. A partir del minuto 12:00 podéis ver el proceso de reciclado del algodón orgánico de los vaqueros de la empresa holandesa Mud Jeans. Haz clic en el siguiente enlace para verlo:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-escarabajo-verde/escarabajo-verde-economia-circular/2828228/

Sueter algodón reciclado MUD Jeans
Suéter de algodón reciclado de MUD Jeans

Afortunadamente, cada vez son más las empresas comprometidas con el reciclaje de materiales. Y no sólo grandes firmas como Patagonia, sino también pequeñas empresas como Ecoology que apuestan por la utilización de algodón reciclado como una forma de preservar el medio ambiente y dar un nuevo uso a materiales que habrían terminado convertidos en residuos.

Es evidente que el futuro de la industria de la moda pasa por el desarrollo de fibras alternativas a las tradicionales, y en esa búsqueda de la diversidad de materiales, tecnología e innovación juegan un papel decisivo para alcanzar un desarrollo sostenible.

En los próximos post seguiremos conociendo un poco más de estos nuevos materiales alternativos. ¡Nos vemos en el siguiente!

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